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La Baldomera (Segunda Parte)

Lizardo no respondió de inmediato, primero sus ojos dieron vuelta alrededor de la casa como ​revisando el mapa de su vida, luego alzando ambos hombros y bajando hasta donde pudieron las comisuras de su boca, dijo:
------ Quién sabe?... pero creo que no te da la cuenta.

------ No “frieeegueee”, no pongas esa cara, tan siquiera ríete, que la risa es gratis. Ade más le risa fue echa para tolerar y aflojar los problemas.

(“Es imposible ser más descerebrado, el no recordar que fue el Frente Nacional. Para los que tuvieron la dicha de no vivirlo y para otros recordárselos, les diré que fue una alianza eq uilibrada que inventaron en una famosa cita en España dos personajes de la política colombiana, que en la vida política eran como el agua y el aceite pero en la vida personal sus amistades eran indisolubles. Este episodio mezcló al colombiano política y el ectoralmente y en medio de todo esto, la Santa religión Católica que, pregonaba que era la única oportunidad de lograr la gloria eterna y de aliviar las necesidades más apremiantes del pueblo colombiano.
Esta alianza se prolongó por espacio de di eciséis años, lo que equivalió a cuatro periodos presidenciales intercalados, dos para los rojos (Liberales) y dos para los azules (Conservadores) y también la milimétrica repartición de los cargos públicos. El primer periodo correspondió a los Rojos. Cuan do le tocó gobernar a los Azules, afortunadamente una enfermedad maluca le impidió a su candidato postularse y fue remplazado por otro Azul que confesaba por su misma boca de no haberse leído jamás en su vida un libro. Decía además que lo importante no es que el presidente sepa, lo importante es que se deje guiar de quienes saben. El poder siempre lo tendrá el presidente, no los que asesoran al presidente. De complemento el hombre no era propietario de ningún titulo universitario, pero si de numerosos trofe os de cazas. Era también un experimentado catador de licores y de mujeres”)

Se hizo una pausa expectante. Luego la Baldomera se refirió nuevamente a sus preocupaciones

----- Es la verdad, ¿Tienes tu idea de lo que es la soledad per o esa soledad que, teniendo la posibilidad de estar en compañía de mamà, papà, hermanos, amigos o habiendo tanta gente, te encuentras totalmente solo?

Después de inhalar y exhalar un suspiro largo, enigmáticamente la Baldomera descargó todo s los pesares de su corazón y agrego perdida en un laberinto de recuerdos:

------ Lizardo, la soledad es terrible, eso yo, no se lo deseo ni a mi peor enemigo. Si me ponen a escoger entre la soledad y el dolor, escogería al dolor. Soy muy franc a en decirte que esta soledad que siento en este momento solo me la quitara San Antonio, cuando me haga el milagro de fabricarme el último machucante que sea hogareño y complaciente. Una mujer que no es amada, no es nada en la vida, pero a la larga,...todo esto parece un asunto de sortilegios.

Pareciera que la vida de la Baldomera se le llenara de grietas. Cambiando el peso de su cuerpo de un pie al otro y escondiendo los ojos tras las cejas fruncidas, recopilando las palabras una por una como si las sacara del pozo de los recuerdos, prosiguió diciendo:

------ No quiero sufrir nuevamente las vicisitudes de una vida sin “marío”.

Como si nos hubiéramos puesto de acuerdo tragamos saliva al mismo tiempo. La Baldomera nuevamente se ar mó de inteligencia y simulándo una escena lastimera continuó:

------ La vida en realidad solo tiene sentido cuando tenemos un hombro para llorar o con quien compartir nuestras emociones,...sin amor la vida no es vida, De todas maneras de continua r así sola, tendría una vejez triste, solo pensarlo me erizo del miedo,...ese bendito miedo que muerde y no es amigo de nadie. Del silencio te diré Lizardo, que hay silencios demoledores, imagínate el de un cuarto vacío, el silencio de un cementerio, el qu e encierra en si mismo el grito ahogado de las palabras que nunca van a decirse, o el silencio que flota en el aire después de una discusión acalorada entre “marío y mujé”. ¡En fin!! el silencio y la soledad son mis huéspedes habituales y además,..

Movido por el enardecimiento de la inspiración Lizardo mirándola derecho a los ojos, la atajó diciéndole:

------ ¡Que vá! Yo creo Baldomera, que cuando uno solamente tiene un martillo todas lo que ve se le parecen clavos, además las cosas por las que tanto nos preocupamos casi nunca llegan a suceder y en cuanto al miedo más bien nos previene o avisa de aquellas cosas que no debemos hacer. Con respecto al silencio francamente tú lo has dicho todo.

------- Si,..está bien, lo que pasa es que éste es un miedo ocasional, un mientras tanto y al que tu te refieres es el que enfrenta a la realidad. Además te recuerdo que tú no puedes pensar mis pensamientos ni sentir mis sentimientos.

------- Te daré un secreto — dijo Lizardo — para tener la vida en paz tendrás ahora en adelante que vigilar tus pensamientos.

Me quede por un instante pensando en esas reflexiones.

Yo tenía tiempo de no haber visto una cara con tanta perplejidad. En silencio la Baldomera fijó su m irada al suelo, pareciera rememorizar aquellas plegarias secretas que todos tenemos, también me dio la impresión de no soportar por mas tiempo el temblor de la desesperación. Luego desviando la conversación en una forma exasperante, dando a entender que no quería hablar mas de su soledad y cambiando la expresión de su cara acompañada de una respiración gruesa como inhalando un engrudo, dijo:

------ Esta conversación me enmierda el alma,...no quiero recordar los caminos espinos de mí vida, ya no en cuentro alivio, ni en la resignación. Yo estaba convencida de no quedarme un solo rencor en el corazón,...pero que va,.. estoy es “atiborráaa”.

------ Yo creo Baldomera, -- dijo Lizardo --- que todo esto es un atado de tonterías, tienes que libera rte de esas ensoñaciones, más bien échale tierrita como lo hace el gato y pedirle a cualquiera de tus santos que te derrame aguacero de bendiciones.

------ Lo que pasa Lizardo es que, la memoria recula, recula y van encontrando esos recuerdos p or muy escondidos que estén, además,....

Las últimas palabras le quedaron mordidas entre los labios, pareciera que lloraba callada su dolor. Unas lágrimas se dan permiso para salir y quiebran la voz de la Baldomera. Luego se enjugaba las lágrimas con la palma de la mano. Como si mirara una imagen impresa en el aire, continúo diciendo:

------ De todas formas trataré por hacer lo que me dices. Estoy por creer más bien que todo esto son delirios de una tonta o que estoy repleta de problemas .

Cuando la desesperación dejó de aguijonearla la Baldomera dejo salir una carcajada sin alegría y dirigiéndose a Lizardo con un renovado ánimo, tomándole una mano y con la otra dándole inquietos manoseos en la espalda, le dijo:

----- - ¡Caraaajoo niño, dichoso los ojos que te ven, rato sin verte!, dime,..¿Quién te echó agua caliente en este rancho?,..pero tomen, tomen asiento que desde que llegaron están de pie.

Yo mire para todos los lados y no encontré el ofrecimiento.

------ Lo que sucede, --- dijo Lizardo --- es que acabo de iniciar los estudios para maestro y me tiene demasiado ocupado en Barranquilla, inclusive, tengo que dedicarle hasta las vacaciones.

Con los ojos crecidos que parecía no le cupier an en sus cuencas y de una forma incrédula poniéndose la palma de la mano en el pecho, más exactamente donde duerme la impresión, la Baldomera le preguntó con una expresión incrédula y desesperanzada:

------- ¡Ah carajo muchacho, que has hecho !...¿Estudias pa ́maestro?,...Yo creía que ibas a prepararte para otra cosa, quiera Dios y todos los Santos que esto no se te convierta en un arrepentimiento eterno.

Un asombro se apoderó de Lizardo reflejando en su cara una perplejidad. Hilvana ndo las ideas se rascó la cabeza buscando alguna señal del destino, pareciera haber agotado su futuro antes de haberlo usado. Con los ojos parpadeantes, dudó un poco en la elección de la respuesta. Cuando puso en funcionamiento con eficacia los dos lados del cerebro, confesó temblorosamente con una voz partida:

------- Si,..así es, voy a ser maestro. Lo que pasa es que, cuando crecemos la vida nos hace pensar diferente.

La Baldomera mirando a su alrededor y frunciendo el entrecejo, acercó su boca al oído de Lizardo y le sopló un secreto con una voz silbante:

------ Yo creo Lizardo que para enfrentar y sacarle mas provecho a la vida, uno tiene que tener la voracidad de un burócrata y para más pecado debe ser más ambicios o que un “polìticooo”. - - Luego añadió con un tono de voz aguda, poniéndole el acento justo en cada letra y hundiéndole con fuerza el pulgar en el pecho de Lizardo, tambaleándole el equilibrio ---- . ¡Métete todo esto en la cabeza, muchacho cabeza dura!

Un mar de dudas se le reflejo en la cara de Lizardo, parecía que toda las cosas de su mente se hubieran detenido.

------- Los políticos son tremendamente imperfectos – dijo Lizardo — pero fíjate que, también son tremendamente necesarios.

< p> ------- ¡Bueno! para mí siguen siendo una plasta. Te todas formas te felicito muchacho. Mis dientes y mí lengua jamás me han escuchado una mentira, te diré que lo arriesgado de ser maestro es que los sueldos son vergonzosos hasta el punto de desdibuj ar el ánimo a cualquier mortal.
--------- Mirándolo fijamente y poniendo su mano en el hombro de Lizardo, continuó diciéndole.

-------- Pero de todas maneras te daré un consejo y es que, para llegar a ser un buen maestro hay que tener la vocación de limosnero. No hay nada mas personal que el oficio de maestro, porque a través de ti, pasaran las realidades, a los conocimientos de otros,..el maestro es el polen que pasa de una mente a otra. --- Santiguándose, la Baldomera agregó - Gracias a Dios no puedo decir que he tenido una mala experiencia entre mi oficio y mi vida.

(“Haciendo un corto inciso, ya que nos referimos a maestro y a la educación, recuerdo una conversación que sostuve con mí padre sentados una noche en la puerta de su casa en Santa Marta y me decía: ---- Tengo más de sesenta años dedicados a la docencia.

Yo me quedé atónito al oírle mencionar la cifra que limitaba ese largo tiempo,..un silencio se apoderó del momento --- ¡Qué barbaridad, viejo! -- le dije -- y a es hora de que te retires, además ya estas jubilado y recibes la pensión vitalicia.

---- Eso, se lo come mi gallo fino en maíz, me dijo.

----- Te diré algo hijo,..no quiero retirarme todavía y voy a explicarte mis razones, te lo contaré, porque creo que todo esto, no tiene desperdicio: La primera es que me siento invadido por esta vocación de la enseñanza. ¡Fájate bien!! . El hombre miró al cielo y después de una pausa larga buscando el inicio, dijo: --- . Con todas las oportunid ades de dedicarme a otras actividades más esperanzadoras, la vocación de educar fue más grande. Recuerdo que comencé con doce jóvenes sobre el cemento crudo del piso de una casa que de colegio no tenía nada, pues no había pupitres, sillas, pizarrón, ni tam poco libros. Solo existía el deseo de los jóvenes de aprender para irse haciendo mejores personas y mejores ciudadanos. En mí existía el propósito de hacer de la educación el medio idóneo para combatir la miseria y hacer de estos jóvenes pueblerinos sujeto s dignos, productivos, solidarios, pero siempre con la meta de que esa educación sería de calidad pues no podía aceptar que esa educación de los pobres siguiera siendo una pobre educación.

Con una inspiración natural siguió diciendo: La educación e s un derecho humano y uno de los procesos fundamentales para alcanzar el desarrollo de las personas, la construcción de una sociedad justa, solidaria y amante de la paz y, en consecuencia, el bienestar del pueblo.

La buena educación es la princip al siembra de desarrollo humano. Si una sociedad no educa bien a sus generaciones no conseguirá ser más humana por grandes que sean sus avances tecnológicos o su potencial económico.

Yo amontonando y desmenuzando toda esta larga experiencia de educador, puedo afirmar sin lugar a equivocarme que educar no es instruir, adoctrinar, imponer y manipular. Educar es acercarse al alumno con respeto para que se despliegue en él una vida verdaderamente humana. El educador es el portero del alma, el que a yuda a cada alumno a conocerse, el que confiere la energía y confianza para que cada persona desarrolle la semilla de sí mismo y pueda alcanzar su plenitud.

Es sorprendente ver a un niño asomarse a la vida con su ingenuidad, su inocencia y su aso mbro por todo lo nuevo. Contemplar a un adolescente inconforme y desorientado, pero que guarda un fondo enorme de generosidad y empuje creativo, luego tratar a un joven universitario que sabe que la cosa va en serio, que tiene que aprender si quiere realiz arse como persona. Acompañar finalmente a un adulto, intercambiar experiencias de vida, ilusiones y desengaños. Todo esto hace un docente a lo largo de la vida.

La vocación de docente despierta un gran agradecimiento en gente noble que reconoce l a ayuda que recibieron. Es lo que dijo Simón Bolívar a Simón Rodríguez en una famosa carta que le envió: ”Usted formó mí corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso. No puede Ud. figurarse cuán hondamente se han grabado en m i corazón las lecciones que Ud. me ha dado; no he podido jamás borrar siquiera una coma de las grandes sentencias que Usted me ha regalado”. Y así, todos los educadores por vocación pueden contar muchas anécdotas semejantes de sus antiguos alumnos. Enseñ ar es, ante todo, enseñar a vivir. La eterna historia de que es una profesión mal pagada se compensa con las satisfacciones espirituales que menciono.

Mi papá finalizó diciendo: ---- El docente por vocación está mucho más próximo a la auténtica fel icidad que los que amasan grandes fortunas”).

Soltándole la mano a Lizardo la Baldomera prosiguió:

------- La ignorancia es como el segundo apellido en este pueblo. Me pongo a pensar que los pelaos de toda la ribera del río, lo que más aprenden es a perder el tiempo.

-------- Yo creo más bien --- dijo Lizardo --- que la mayoría de ellos se saltaron la niñez por la sencilla razón de tener que trabajar para ayudar a sus padres en el trabajo

-------- Estos pueblos vi ven una tragedia inmensa. Así sería tanbien mi vida, si cometo el error igualmente inmenso, quedándome por más tiempo aquí. Yo por ejemplo, de pura chiripa aprendí a escribir y lo poco que aprendí con mi propia voluntad, fue garabateando con la punta de lo s dedos en la física tierra. Recuerdo que las uñas de mis dedos fueron mi primer instrumento de escritura -- Moviendo sus ojos como buscando algo perdido, dijo además la Baldomera: --- Aquí,..leer y escribir son patrimonio de pocos. Aquí estamos todos en un atolladero, con el barro hasta el pescuezo.

La Baldomera dibujando una sonrisa en toda su cara, agregó:

------- Cuándo ser bruto no era una vergüenza,...yo, con mi pésima geografía, esa que usa el sentido común, siempre estuve convencida qu e el Paraíso Terrenal, Israel, Jerusalén quedaban verdaderamente en el cielo y para sorpresa, están aquí mismo --- .

La Baldomera no daba tregua, seguía hablando como si desgranara las avemarías en un rosario. Sin oportunidad de intervenir y en una forma explicita, dijo: ---- Caramba Lizardo, yo se perfectamente que la amistad es siempre caprichosa y más difícil y más rara que el amor, es un alma que habita en dos cuerpos y un corazón que habita en dos almas. Tu y yo, somos como un espejo, nos ref lejamos el uno en el otro. Yo creo, que lo primero que haces al llegar al pueblo con la maleta todavía en la mano, es venir a saludarme, cosa que te lo agradezco. Un buen amigo es aquel que, sabiendo todo de ti y a pesar de todo, te quiere, jamás te olvid a. Por eso la amistad hay que salvarla y conservarla --- . La Baldomera no podía disimular la alegría que sentía por la grata visita de su viejo amigo. ---- Lizardo,..la amistad es el invento más bello del hombre --- . Dándose una fuerte palmada en el muslo, agr egó: ---- Lo que menos esperaba, era tu visita.

------ Aquí me tienes, para hacer viejas remembranzas, --- dijo Lizardo --- , pero cuéntame tu, que tienes de nuevo.

Como insinuando un piropo con la mirada, contestó:

--- --- Con el transcurrir del tiempo vamos perdiendo el recuerdo de las cosas que nos ocurrieron, pero fíjate Lizardo, las remembranzas que jamás he podido olvidar fueron aquellas hermosas mentiras y sueños que nos prometíamos,.. ¿te acuerda?

Liza rdo miró fijamente el techo de la casa y empezó a rastrear esos recuerdos, cuando lo logró, no pudo evitar un arrepentimiento que le palideció toda la cara.

------- Yo creo más bien – dijo Lizardo — que es muy fácil acabar con todas las cosas, pero co n los recuerdos no.

La Baldomera se cruzó y durmió los delgados brazos sobre su delgado vientre y siguió:

------ Y de lo nuevo te diré, que hago como la lechuza, saliendo de noche y por el día como la bisagra, si no estoy en la vent ana estoy en la puerta de la calle contemplando las mañanas y las tardes muertas. A veces me salgo al patio para entretenerme viendo el burro del vecino haciendo sus gracias debajo del palo de naranjuelo o los remolinos desorbitados de polvo y papeles vie jos caminando enfurecidos hostigando las calles, mas bien cuéntame tu las curiosas noticias que soplan por allá afuera.

Lizardo quedo pensativo, con su inteligencia paralizada, se pasó las manos por la cabeza peinándose con todos los dedos y con una sonrisa postiza en toda su cara, dijo:

------- ¡Aaah, si!,..han pasado muchas cosas.

C on una curiosidad hasta el mismo fondo la Baldomera inquirió:

------- ¿Como qué, ve?

------- Bueno,...las cosas se han puesto tan duras que, ya no se puede beber ron ni tres días seguidos. Además te diré que el Vallenato se modernizó, lo convirtieron en reggae y los corridos de putas ya no se oyen ni por la radio.

Una nostalgia recorrió su cuerpo y con unos movimientos en sus manos como si le flotaran en el aire y entre la sinfonía de sus pulseras, se presionó con las palmas de las manos los lados laterales de su cabeza. Después de reverdecer su nostalgia, dijo:

------ Con razón hace ratos que no los oigo. Otra vaina que perdemos las putas,..pero no importa, si tuviera que repetir mi vida seria puta nue vamente, la dignidad además de ser una grosería, no deja sino remordimientos.

Con un semblante de resignación la Baldomera agregó:

-------- Yo no me metí a este oficio para huir de la miseria, lo hice por puro placer y deleite. Disfrut o del olor a hombre. La cama es mi altar y la sábana mí vestido de novia. Hago lo que hago, en honor a la lujuria.

La Baldomera quedó rígida por un instante como si tuviera la memoria intervenida y con ojos apaciguados, se preguntó:

--- --- ¡Que carajo! a ultima hora, como dicen por ahí,..cuanto menos tengas, tanto menos tendrás de que preocuparte.

------ Lizardo yo siempre paso preguntándome,...¿como será el comportamiento de una persona de mi edad?

De repente y desde el fond o mismo de su vida, la Baldomera con un bostezo de perro, espernancando su boca hasta donde pudo, nos preguntó:

--- . ¿Qué quieren, café o guarapo?...El doctor borrachón del pueblo dice que éste guarapo es casi una vacuna y que, también reani ma el corazón, estimula el lado creativo del cerebro y previene la hepatitis.

Inmediatamente tomó de un perol negro por su uso y vertió en tres posillos el café, y dijo:

------ Mas bien les daré café, ésta vaina es lo que siempre s e brinda,...a mí poco me gusta el café. Dice la gente que limpia el olfato, destierra al grajo, quita el sueño y el habito de comerse las uñas, además entorpece. Yo lo bebo únicamente por el dulce de la panela --- !”Salú” muchachos¡

-------- Yo be bí el primer sorbo y pude darme cuenta que había dejado de ser café hacia ya bastante rato, además de estar frío y redulce, se le sentía a duras penas un etéreo perfume de café. Lizardo y yo lo tomamos en silencio cada cual pensando en lo suyo, todo lo co ntrario lo hacía la Baldomera, mientras lo bebía lo revolvía con el dedo pulgar dándole sorbos largos y ruidoso y sus ojos no encontraban donde posarse como escudriñando cosas raras. No había visto en mi vida a nadie que pareciera tan triste y tan dolida . Mordiéndose los labios con ganas de llorar y con su mirada fija en el suelo como dejándose llevar por sus pensamientos quiméricos, dijo: ----- Por que vamos a callar, si nacimos gritando, fíjate bien Lizardo, desde que yo sé, que tengo memoria, aquí, en es te pueblo, lo mas importante que ha hecho la gente, es morirse, esto va cada día para atrás como el forro de lo sabemos. Este pueblo es el modelo más claro de la pobreza, aquí se inventó la nostalgia y la desolación, aquí se comen los manjares de la miseri a, aquí han fracasado mis ilusiones, aquí solamente se vive una vida gris y tediosa, aquí he pasado las necesidades más horribles de mi vida, aquí la maldad de los unos choca con la de los otros, aquí se encuentran las mazmorras del infierno.

C on la cabeza llena de preocupaciones la Baldomera se humedeció los labios, tragó saliva y mientras se esforzaba por dejarla ir, agregó las siguientes tragedias con un malestar volcánico:

------- Hasta cambiando por mierda mi situación, salgo pe rdiendo.

Por un momento se le notó una tristeza en la cara que parecía estremecerle el alma.

------- En todos estos pueblos la miseria alimenta más que las dádivas del gobierno, no hay ninguna clase de oportunidades pero si hay muc has necesidades. ¡Que bueno que este pueblo cree en Santa Bárbara, que si no, quien sabe donde carajo habríamos “quedao”! A veces pienso, -- agregó la Baldomera, cuando se minaron los pasadizos secretos de la desesperación --- que todos los que habitamos por esta región, vivimos en la última ruina. Carecemos de importancia y nos tienen completamente “abandonao”. Aquí el hambre y la miseria se vienen acostando juntas desde hace ya rato.

------ Todos somos útiles e importante, --- dijo Lizardo -- - . Hasta los burros son útiles e importantes en este mundo, una primera razón es que son los vehículos de carga y transporte de los campesinos y segundo que sin él no tendríamos mulos. Además yo estoy muy convencido que la pobreza tiene un único combustib le y es la indiferencia de los gobernantes.

(Salvo a pocas excepciones, todos somos útiles e importantes y de alguna manera engrandecemos el mundo en que vivimos.
Lo que sucede es que los hombres no nos damos cuenta de lo útiles e impor tantes que somos. Mario Augusto Bunge decía: El hombre llega al mundo, no para despreciarlo, ni para soportarlo, sino para engrandecerlo y eso es así, el hombre enriquece el mundo en el cual habita mediante la producción de bienes materiales y culturales.< /br> No hay un ser humano que nazca perverso. El hombre a pesar de la opinión de muchos, nace por naturaleza bueno, útil e importante y en el peor de los hombres tiene más estas cualidades que las contrarias, lamentablemente lo que resaltamos es lo malo.)< /p>

Prosiguió diciendo la Baldomera, con una voz ya casi perjudicada por culpa del cigarrillo:

----- He perdido la cuenta de cuantos años he desperdiciado intentando irme definitivamente de este pueblo, a pesar de haber sentido dentro de mí una voz que me gritaba. Precisamente en este momento he tomado una decisión inquebrantable en la que no existirá obstáculo que se interponga en la decisión de irme para algún rincón a donde la desgracia no llegue y conseguir un empleo, como esos q ue usan algunos políticos, al que solo tenga que ir cada treinta días a reclamar la platica sin necesidad de trabajarla.

------- Y unas carrazos --- interrumpió Lizardo --- imposibles de comprar sin corromperse.

Con un suspiro lar go la Baldomera siguió diciendo --- . Esos pendejitos jamás se han perdido de una comida en su vida. ----- Ilusionada por las ventajas que ofrecen nuevas tierras, la Baldomera miraba hacia arriba buscando las ideas que necesitaba su cabeza y continuó diciendo: ---- Recuerda que hay solo una oportunidad para cada cosa. No prolongaré más esa partida, ese lugar sería Barranquilla, porque Curramba es Curramba, lo demás es monte y culebra.

Nuevamente miró hacia arriba como si contemplara sus pensamiento s, y exclamó con voz iluminada por la certeza de una vida mejor:

--------- Tengo la seguridad que con la ayuda de cualquier Santo saldré a flote y encontraré nuevos comienzos. --- Como si se sintiera anestesiada, dijo finalmente --- . Es un sue ño del que no quisiera despertar. Allí tan siquiera me ganaría la vida como destapadora de cajitas de exámenes de mierda en un laboratorio o llorando muertos en los cementerios. Así me salvaría para siempre de las torturas de seguir aquí con el futuro amar rado. Mandaría todo al carajo, comenzaría de nuevo y construiría un mundo a mí medida. O por el contrario me tocaría treparme en el tren celestial.

------- A esas decisiones hay que “ponerle dientes”. Baldomera yo te felicito porque en este pueb lo son raros los que deciden tomar semejante determinación. No hay que confundir lo difícil con lo imposible. Recuerda, todos tenemos problemas, nadie se escapa, lo que pasa es que cada uno lo tiene de diferente tamaño. No vinimos a esta vida con la única misión de juntar plata y comer de lo bueno y de lo mejor.

Con una carcajada sideral, Lizardo prosiguió:

-------- Para tener una mina de oro hay que tener primero una mina de plata, pero de todos modos te comprendo y compadezco porque la pobreza, la nostalgia, la desolación, la miseria, el fracaso, la vicisitud, la maldad, la desgracia, la tortura y el infierno son los componentes básicos de la nitroglicerina. Además para comenzar de nuevo no hay que mirar para atrás, lo que pasó es pa sado, si errantes ahora no podrás corregirlo. Ten en cuenta Baldomera que los malos pensamientos tienen mucho más alcance que las malas palabras. --- Continúo Lizardo hablándole a la Baldomera --- . La mejor manera de escapar de los problemas es solucionándolo s.

Lo que menos deseaba la Baldomera era quedarse en el pueblo pensando en lo que iba hacer el resto de su vida. Con un suspiro profundo casi a punto de desencajarse las clavículas, dijo:

------- Yo creo Lizardo que es más fácil pas torear nubes. El miedo es el bastón de mi corazón, A pesar de que estoy muerta me sigo sintiendo muy mal.

La Baldomera usa sus manos para dar énfasis a sus afirmaciones; incluso camina de un lado a otro para no limitar su expresividad y agrega:

------ Quisiera que se inventaran nuevos signos de exclamación que dieran la medida exacta de la indignación y de nuestra inconformidad. Yo creo Lizardo, que es la única decisión seria que he tomado en mi vida y no debo dejar pasar esta oportunid ad. --- De un manotazo la Baldomera se secó el sudor de la frente, se lo restregó en el traje y continuó hablando con palabras dictadas por la rabia ---- . Todos estos pueblos del rió como que, les cayó una maldición gitana, estamos perdiendo el derecho más fu ndamental de la vida, que es el derecho a comer y disfrutar, creo que por aquí, no hemos superado todavía la era del paludismo. Estamos peor que el África, pero esa África negra. -- Bailando sus ojos de un lado a otro y reflejando en la cara una mortificació n, la Baldomera prosiguió hablando los detalles más sórdidos de su vida ---- . Ojala se diera un milagro y apareciera por acá un emancipador o un paladín de la miseria, ya que la pobreza desapareció hace un rato. Si esto no cambia te juro Lizardo que tendre mos que cocinar hasta el producto de la digestión, que es también tan mala, que no sirve ni para abono de la tierra y para comernos un huevo tendríamos que ponerlo, y a los “pelaos” entretenerlos con compoticas de ñoña.

Yo me sentía embelezado por todo aquello que decía la Baldomera, presentía que todo aquello sería algún día una profecía. Humedeciéndose de extremo a extremo los labios con la punta de la lengua, agregó:

----- Ya en el crepúsculo de mi existencia creo no poder cambia r ni cambiarme nada, lo mejor sería dejar las cosas como están y que el tiempo haga lo que le venga en ganas...Yo creo más bien que el destino burlón en compinche con el tiempo lo decidieron así.

Lizardo para disimular un ataque de tos fingida, se puso la mano contra su boca haciendo una especie de embudo con sus dedos y tosió fuerte, diciendo con voz entrecortada:

------ La vida es corta y el oficio de vivirla es tan difícil que cuando uno comienza a aprenderlo, ya hay que morirse, -- dijo además Lizardo -- . La persistencia hay que adiestrarla para enfrentar a la vida, si solamente vemos las dificultades nunca haremos nada. Todos debemos pasar por muchas dificultades antes de poder cumplir el destino señalado, te recomiendo mucha paci encia, trata de controlar todas estas cosas y no dejes que se enquisten en tu cerebro como parásitos que te produzcan desasosiego. La vida, --- prosiguió Lizardo con sus alardes verbales --- es una especie de viaje corto, que se nos pasa mayormente preocupad o por lo que no pudimos resolver.

Con lo peor de la desesperación reflejada en la cara, la Baldomera dijo:

----- ¡”Mieerdaa” Lizardo, has dado en el clavo! La verdad que todo lo que dices es la pura realidad, yo le añadiría dic iéndote que la vida es siempre una batalla campal contra la nada. Yo estoy atravesando la vida con tormentas que incluyen rayos y relámpagos.

No se cuantos cigarrillos “Piel Roja” se había fumado la Baldomera, pero tomó otro y lo encendió con el mismo arte, lo aspiró en la forma que ella sabía y luego miró el techo oscuro de la casa y botó una bocanada de humo que subió como una explosión. La Baldomera se quedó estática viendo subir mágicamente las argollas espesas de humo azulado, luego añadió:< /p>

----- Lo jodido de todo esto Lizardo, es que desconocemos nuestro futuro y eso nos pone los pelos de punta. Ojala yo pudiera ir al futuro y traerlo. Yo no me explico como los bobos tienen una vida tan larga y pendeja.

----- Poniendo los ojos en blanco la Baldomera fijó su mirada al techo de la casa, pensando quizás, que no valía la pena seguir por más tiempo viviendo entre tanta mierda. Luego cerró sus ojos por un momento dejando al descubierto sus coloridos parpados, y agregó ---- . L o que menos deseo es quedarme en este pueblo pensando todos los días, en lo que va ser el resto de mi vida. Esa vida que es un laberinto oscuro con trampas mortales.

Lizardo mirando fijamente a la Baldomera le dijo como un verdadero profesor:< /p>

------- Óyeme bien Baldomera,..nunca tomes decisiones cuando estés alterada de tus emociones y tampoco esperes que la vida sea justa. Comprendo que ha de ser espantoso tener que acordarse todos los días de eso, pero tienes que ponerte en paz co n tu pasado y así no arruinaras tu presente, además te empeñas en dar por hecho lo peor y eso no es así. La vida es un laberinto con muchos caminos. Tenemos que tomar una actitud positiva. Nada ganamos angustiándonos y torturándonos con los problemas, para cualquier dificultad siempre hay una salida. Te diré además, que la felicidad no depende de lo que pasa a nuestro alrededor, sino de lo que pasa dentro de nosotros mismo. ---- Con todas las ganas de hacerla reflexionar, Lizardo agregó --- . Es imposible atra vesar la vida sin encontrar las dificultades. Las crisis pueden ser nuestros aliados aunque nos hagan sufrir, porque siempre representan la oportunidad de tomar conciencia de la vida que llevamos y de reflexionar acerca de los cambios que pudiéramos hacer para mejorarla. Además no debemos estar pensando continuamente en los mismos problemas, de tal manera que terminan siendo una obsesión. ---- Continuando la reflexión, Lizardo agregó ---- . Ahora bien,..no hay ninguna obligación de permanecer donde uno no quie re estar, donde no se sienta bienvenido, ni aparecido, sino todo lo contrario, hay que hacer lo que hay que hacer para vivir en un lugar mejor y así poder poner en práctica lo que uno se ha propuesto y poder aprovechar la etapa más productiva de la vida. U no tiene el derecho de vivir en un lugar donde el mero hecho físico de vivir no esté permanentemente chuceado. --- Finalmente, como descoordinado, Lizardo le preguntó ---- . Dime una cosa Baldomera, ¿Qué es lo que te preocupa exactamente?

   (SIGUE)

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